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Aventura en los Alpes – A los pies del Mont Blanc

05 diciembre 2023

Pünkösti Vincze Gellért, 32
Dónde vive: Kolozsvár 
Estatura: 175 cm // 5’7”
Peso: 72 kg // 158 lb
Instagram: @punkosti.gellert

El Tour del Mont Blanc (TMB) es una ruta de enduro de varios días por un paisaje absolutamente espectacular que atraviesa glaciares y puertos de alta montaña, además de cruzar las fronteras de Francia, Suiza e Italia; en total son cerca de 180 km de recorrido, con un desnivel acumulado de 8000 m en 4-5 días.

Se puede hacer de muchas maneras, en el sentido de las agujas del reloj o al revés, con más asfalto o más tierra, pero, lo hagas como la hagas, es una aventura increíble. Existe una ruta específica para bicicleta de montaña que probablemente sea la más fácil y la más apta para los ciclistas, pero transcurre por muchos caminos de tierra pensados para 4x4, y eso puede acabar resultando un poco monótono. Opté por combinar rutas de corredores y de ciclistas, donde hay muchos más tramos que te obligan a bajarte de los pedales. Aun así, la experiencia es muy satisfactoria, sobre todo para los ciclistas con más experiencia en montaña.

Para una ruta así, la Bold Linkin Ultimate es la bicicleta ideal, el equivalente a una navaja suiza, polivalente con dos ruedas, y de bajo peso. Va muy bien en los tramos más fluidos, es muy precisa en las zonas de roca donde no puedes rodar a gran velocidad, pesa muy poco y es muy fácil hacerla derrapar lo justo en cada curva (ya verás como acabas tomando así muchas curvas), a pesar de lo cual es también muy eficiente en los ascensos largos.

Hablando de la suavidad y el bajo peso de la bicicleta, me acuerdo de lo poco que me gusta ir cargado con una mochila pesada, porque es un fastidio para salir con la bici. Ya habréis visto que he hecho la ruta sin mochila gracias, en gran parte, al kit de emergencia de Bold, un diseño compacto y genial que incluye una cámara de repuesto, una bomba, desmontables para las cubiertas, un juego de multiherramientas y eslabones para cadenas, e incluso me las apañé para meter también un kit de reparación de tubeless. Lo mejor es que todo este kit cabe en el interior del cuadro. Gracias a este detalle del diseño, el ciclista puede llevar el resto de componentes básicos en una riñonera pequeña.

La ruta empieza en Chamonix, en el sentido de las agujas del reloj, y sube hasta Le Tour, donde puedes aprovechar que hay un remonte para ahorrar fuerzas. Nada más llegar a la cima, encontramos una travesía corta hasta el Refuge Col de Balme, donde empieza el primero de muchos descensos épicos. Es muy de estilo Chamonix, con tramos técnicos de roca en la primera mitad que dan paso a un trazado de curvas cerradas sobre raíces y terreno de marga por un bosque en descenso hasta Trient. Desde ahí nos queda un ascenso de media hora hasta la carretera o la pista que llevan al Col de la Forclaz.

Para el tramo siguiente es una ventaja tener una bicicleta ligera, porque tocan un par de horas de ascenso muy empinado con tramos a pie, algo que puede desmoralizar a algunos que prefieren optar por un descenso más largo por el valle con más asfalto. Si escoges esta ruta, el descenso hasta Champex es una preciosidad; primero encuentras tramos fluidos para rodar a gran velocidad, y luego el recorrido es ya más técnico y más empinado en la zona del bosque. Para disfrutar de todo lo que tienen que ofrecer estos tramos, es imprescindible contar con experiencia en terrenos empinados, rocosos y expuestos, y dominar los giros pivotando sobre la rueda delantera. Dormí en el albergue Gite Bon Abri, donde el anfitrión Gábor me dio la bienvenida con un Pálinka tradicional húngaro para levantar los ánimos y con una fondue típica suiza.

El segundo día empezó con un descenso corto y muy fresquito a las 6 de la mañana en Orsières, donde empieza uno de los ascensos más largos. Son unas 4 horas de pedaleo sobre terreno relativamente fácil y perfecto para el ciclismo. La temperatura se dispara en cuanto sale el sol, aunque estemos a finales de otoño: es importante llevar agua suficiente. Después de este ascenso largo y panorámico, llegamos a la frontera italiana en el Grand Col Ferret. Aquí merece la pena detenerse un buen rato para disfrutar del impresionante paisaje del glaciar Triolet y la cumbre del Grand Jorasses.

El siguiente descenso es uno de mis favoritos, con rectas rápidas y suaves que se alternan con giros cerrados con más pendiente, y todo ello rodeado del glorioso paisaje alpino italiano. Puedes bajar hasta el fondo del valle siguiendo el curso del río por pistas de tierra suaves y fáciles. Si todavía te quedan fuerzas, la parte izquierda del valle ofrece mucho más por explorar en descenso hasta Courmayeur, con varios tramos de toboganes muy disfrutones. Cuando llegues al pueblo, te habrás ganado una buena pizza italiana y un tiramisú.

El tercer día nos saluda con un ascenso largo a los pies del Monte Bianco, pero estas cimas gigantescas te aportan una energía increíble para subir hasta el Col de la Seigne y volver a cruzar a Francia. A partir de ahí la mayoría de las rutas van en descenso; todavía quedan un par de días, pero decidí forzar para intentar acabar la ruta en 3 días. No tenía apenas información de la parte que me quedaba, y aquí tocaba empezar a explorar. Sé que la otra vertiente es preciosa para el ciclismo, porque ya la he recorrido otras veces, pero la aproximación resultó agotadora, con tramos a pie que no le recomiendo a nadie, excepto para los que tengan muchas ganas de darse caña.

Al final conquisté el Tête Nord des Fours, el punto más alto de la ruta con 2756 m. El descenso tenía una pinta impresionante, y no me defraudó. Son terrenos rápidos, abiertos y suaves; merece la pena soltar los frenos y lanzarse a por todas desde esta cima tan bonita. Si te quedan fuerzas y tiempo, no te pierdas la zona del lago Roselend. En concreto, hay una arista perfecta para la bicicleta, siempre y cuando no te importe rodar con un patio imponente a la derecha. Me quedaba poco tiempo, bajé a toda pastilla a Les Contamines hasta que se hizo de noche y tuve que continuar por carretera hasta Fayet, donde subí al tren para volver a Chamonix.

En el tren tuve tiempo de revivir todo lo que había hecho mientras miraba mi Linkin cubierta de polvo, y me di cuenta de que era una compañera extraordinaria en todo tipo de situaciones, independientemente de lo que la montaña te ponga por delante".

Cuadro: BOLD LINKIN 150 Ultimate, mediano 
Horquilla: FOX 36 Float Factory Grip2, 150 mm  
Características: 2 token, 84 psi, compresión a baja velocidad +9 pasos, compresión a alta velocidad +3 pasos, rebote a baja velocidad +4 pasos, rebote a alta velocidad +4 
Amortiguador: FOX Float Nude5
Características: 184 psi, compresión a baja velocidad +6 pasos, rebote a baja velocidad +8 pasos
Manillar/Potencia: Syncros Hixon IC SL, 780 mm 
Puños: Syncros Endurance 
Frenos: Shimano M9120 XTR  
Discos de freno: Shimano RT-MT900 CL 203/180 mm 
Tija del sillín: Syncros Duncan, 200 mm 
Sillín: Syncros Tofino 1.0 
Bielas: SRAM XX1 Eagle 
Cambio trasero: SRAM XX1 Eagle AXS 12 velocidades
Maneta de cambio: SRAM XX1 Eagle AXS 12 velocidades
Casete: SRAM XX1 Eagle, 12 velocidades
Cadena: SRAM XX1 Eagle, 12 velocidades
Ruedas: Syncros Revelstoke 1.0S
Cubiertas: Delantera: Maxxis Minion 29x2.5 Exo  // Trasera: Maxxis Minion 29x2.5 Exo
Pedales: HT X1
Peso total: 13 kg// 28 lb